sábado, 27 de septiembre de 2008

4

213.
Claro, ascensor.

Entonces, suave, mi boca sobre la suya, apenas entreabierta. No puedo cerrar los ojos. La miro mientras la beso.
Su lengua rozandome los labios.
No lo controlo. No domino. No puedo.
Me lleva puesta. Me arrasa.




Llegamos, 213.