-Chupamela un poco-
Intenté meterme toda la pija en la boca, no pude. Era grande.
Me ahogaba, tuve arcadas.
Él no insistió, pero yo quería chuparsela, que acabara en mi boca, que me llenara de leche.
No lo hizo, claro.
Tenía un blog. Era un blog de amor. Y terminó.