martes, 4 de noviembre de 2008

Placer intolerable (II)

Date vuelta. Obedecí.
Frotaba su pija en mi culo mientras Baby me besaba.
Cuatro, cinco tipos, no llegué a ver bien, parados alrededor nuestro, miraban y se pajeaban. Escuchaban mis gemidos y veían mis manos apoyadas sobre el marco negro de la puerta.

El señor -me pidió que lo llamara señor- sentado dentro del cuartito sobre una silla y yo sobre él. Baby frente a mí y todos ellos deseando.